CÓMO AFECTA LA CUARENTENA EL PROCESO DE COMPRA DE SENTENCIAS



Para nadie es un secreto que los procesos de demanda ante el estado, normalmente llevan años para que salga a favor del beneficiario, trámites que pueden durar entre 5 a ocho años según reportes oficiales.


Se vuelve aún más alarmante las circunstancias con la llegada del Covid-19  al país, una pandemia que tanto en Colombia como a nivel mundial ha generado una recesión no sólo económica y sino en muchos aspectos de la vida como la conocíamos. Entre éstas cosas también por supuesto se ven involucrado los trámites de ámbito legal, pues para el gobierno es prioridad la salud y el sustento de todos lo colombianos a aún más de las personas más vulnerables. En muchas ocasiones las personas que tiene demandas contra el estado, son precisamente de escasos recursos y están a la espera de que con estos fondos tengan solvencia, ante esta difícil situación. 


Conactivos se vuelve su aliado para lograr tramitar a la mayor brevedad el proceso de compra de sentencias, que consta de que la entidad compra los derechos económicos que se han logrado de una sentencia a su favor ante una demanda con el estado, y lograr obtener en un poco más de un par de meses el pago de su dinero. Esto es un gran beneficio y más aún en estos tiempos de confinamiento, donde muchas personas inclusive han perdido sus empleos, y pueden aprovechar esta oportunidad para suplir esta falta de liquidez, y vender una sentencia que tengan a su favor y así obtener este dinero para pasar estos difíciles momentos.


Cuando Usted toma esta opción garantiza:


  • Agilidad en el proceso ahorrando tiempo, de 5 años acortando a tan solo 3 meses 

  • Evitarse años de trámites legales 

  • Recibir acompañamiento y asesoramiento de profesionales expertos.


Lo que a su vez evitaría los créditos con bancos que por las mencionadas circunstancias no están otorgado préstamos o ponen más trabas, porque es de su conocimiento que no todo el mundo cuenta con flujo de dinero constantes que den garantía del pago de éstos.


En un informe de 2019 de Litigiosidad de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica, se reportó que el estado adeuda 9,72 billones de pesos, en cuentas por pagar de por concepto de sentencias y conciliaciones, siendo en las que más se concentran éstas deudas: el Ministerio de Defensa, la Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional, el Consejo Superior de la Judicatura y el Instituto Nacional de Vías. 



Pero ¿de dónde los recursos para el pago de sentencias judiciales? Pues provienen de los fondos de inversión internacionales, que destinan millones de dólares a la adquisición de sentencias en nuestro país. Estos fondos, cuentan con diferentes medios de inversión, ya sea colectivas o de patrimonios autónomos a través de fiduciarias reconocidas. Estos fondos son vigilados por la Superfinanciera (Superintendencia Financiera), que garantizan normas claras, transparentes, de la procedencia lícita de los recursos y velan por el cumplimiento de las condiciones pactadas con los apoderados y beneficiarios.


Las empresas locales son las que saben y tiene la experiencia suficiente para saber cómo funciona toda esta gestión en el país, Conactivos es una de las compañías más reconocidas del sector, en todo lo concerniente a la compra de sentencias. Con su basta experiencia realiza labores de asesoramiento y acompañamiento para lograr para la obtención del pago, en el menor tiempo posible, que puede durar inicialmente entre la negociación, documentación y realización de contratos un par de semanas. Una vez radicada la solicitud, puede tardar unos 3 meses más hasta la aceptación de la cesión por parte de las entidades, aunque hay que tener en cuenta que todo puede variar dependiendo de la entidad.


Teniendo en cuenta que con entidades privadas como Conactivos reducimos el tiempo del desembolso a sólo 3 meses, lo que ahorra años, en procesos que cada vez son má extensos. Ésta es una de las razones para optar por la compra de sentencias y así obtener su liquidez de forma ágil y segura y más aún por estos días de emergencia económica que estamos viviendo y así poder aprovechar estos recursos cuando más se necesitan.